Diferencia entre incubadora y aceleradora para tu Startup

Si eres emprendedor, probablemente te has preguntado cuál es la diferencia entre incubadora y aceleradora. Ambas son herramientas clave de apoyo para emprendedores que desean lanzar o hacer crecer su startup, pero cumplen funciones distintas y se aplican en etapas diferentes del negocio.

Si eres emprendedor, seguramente te habrás encontrado con los conceptos de incubadora y aceleradora. Aquí vamos a hablar de cómo estas pueden ser dos grandes herramientas para armar y desarrollar todo el potencial de tu idea de negocio y llevarla al siguiente nivel.

Las incubadoras tienen el objetivo de encontrar y ayudar a que las ideas de negocio con potencial tomen el camino adecuado para materializarse y entrar al mercado; mientras que las aceleradoras buscan fortalecer y generar un impulso en startups que ya están en marcha, con el objetivo de obtener resultados positivos lo más rápido posible. Profundizaremos en esto más adelante.

Ahora, hagamos un poco de historia: Las incubadoras nacieron en los años 50 en Silicon Valley gracias a la Universidad de Stanford, que fundó el Stanford Research Park para promover la transferencia de tecnología creada en la misma universidad entre sus diferentes departamentos. Esta iniciativa fue replicada en varias industrias hasta tomar su forma actual y popularizarse en América Latina y Europa.

Por otro lado, las aceleradoras comenzaron en 2005 con Y Combinator en Silicon Valley. Este primer gran foco de emprendedores de la industria del Software inspiró la creación de muchos otros con la finalidad de conectar y compartir experiencias, visiones y planes de crecimiento entre diferentes empresas. Desde entonces, este modelo se ha convertido en uno de los más efectivos para conectar empresas entre sí, con inversionistas y para impulsar su crecimiento.

Éstas buscan y conectan proyectos y planes de negocio que tienen potencial para hacerse realidad. Es un proceso de análisis y selección muy específico, por lo que estas empresas cuentan con asesores y expertos que trabajan de la mano de cada proyecto, para darles forma y convertirlos en startups. 

En una incubación, un proyecto se organiza, toma forma y se convierte en una startup lista para entrar al mercado. Este proceso se compone de 3 fases:

- Pre Incubación:

Perfila y sienta las bases del proyecto enfocándose en su plan estratégico y sus bases operativas.

- Incubación:

Analiza el desarrollo de la empresa según el plan estratégico previamente trazado y establece las tareas y retos principales de cada área dependiendo de su giro: logística, producción, marketing, ventas, etc.

- Post incubación:

Realiza un balance de las dos etapas previas para prospectar las posibilidades de expansión y crecimiento del negocio.

Te puede interesar este artículo: Cómo elaborar un plan financiero empresarial

También hacen un diagnóstico riguroso de las fortalezas y debilidades de las startups que ya están en marcha, ayudándoles a explotar las primeras y subsanar las segundas.

Una aceleradora trabaja con Startups de reciente ingreso al mercado o que están listas para él, analizando sus situaciones, tendiendo vínculos con otras y analizando sus oportunidades de expansión de acuerdo con su giro comercial.

Elegir entre una incubadora o una aceleradora dependerá de la etapa en la que se encuentre tu emprendimiento. Ambas ofrecen apoyo para emprendedores, pero la diferencia entre incubadora y aceleradora radica en el enfoque, duración y objetivos.

Una empresa puede trabajar con una incubadora desde que es un simple concepto o idea con potencial hasta convertirse en una startup; después, puede colaborar con una aceleradora para aumentar sus posibilidades de éxito en el mercado. 

Según datos de Susan G. Cohen, podemos resumir las principales diferencias entre una incubadora y una aceleradora en los siguientes puntos:

- El acompañamiento de una incubadora es mucho más prolongado que el de una aceleradora: En promedio, una idea puede transformarse en una startup con un proceso de incubación de entre 12 y 30 meses, mientras que el proceso de aceleración no sobrepasa los 8 o 10 meses. 

- El trabajo de una incubadora es la base para obtener los recursos que necesita una aceleradora: Como hemos dicho, el trabajo de ambas es complementario. El plan de negocios, las redes de contacto con inversionistas, las condiciones de propiedad intelectual y las redes con proveedores y clientes son ejemplos de elementos que desarrolla una incubadora y son esenciales para iniciar un proceso de aceleración. 

- Demo day. Este suele ser un evento muy importante al final de un proceso de aceleración para enamorar inversionistas y convencerlos de poner su dinero en nuestra startup con un gran pitch; es una especie de “graduación para emprendedores”.

Las incubadoras y aceleradoras son herramientas muy útiles para el desarrollo empresarial y el crecimiento financiero de los emprendedores que buscan impulsar el crecimiento y el éxito de su proyecto productivo.

Ambos tipos de empresas son herramientas muy poderosas para los emprendedores. Bien utilizadas y en el momento correcto, una incubadora y una aceleradora pueden llevar a tu empresa a la consolidación y a explotar todo su potencial. 

Comprender la diferencia entre incubadora y aceleradora te permitirá tomar mejores decisiones para impulsar tu emprendimiento. Evalúa en qué etapa está tu startup y explora programas de incubación de empresas o aceleración para llevarla al siguiente nivel.

Cuéntanos qué piensas, ¡queremos leerte!