Introducción
¿Sabías que tener dinero no siempre significa tener bienestar? La Plenitud Financiera va más allá de la riqueza: se trata de lograr equilibrio emocional, propósito y libertad económica. En esta nota exploramos cómo alcanzar este estado, qué lo diferencia de la riqueza tradicional y por qué puede ayudarte a evitar el estrés financiero.
¿Has escuchado el viejo cliché de que el dinero no da la felicidad? Pues como todos los clichés, este tiene un poco de razón, y es que en el mundo actual es muy fácil confundir la riqueza material con la felicidad, aunque son cosas muy distintas.
Hay personas que, siendo ricas, no son plenas; y las hay que pueden ser plenas sin cantidades inmensas de riqueza. Esto demuestra que la abundancia económica no es equivalente a bienestar, felicidad o tranquilidad, las cuales se construyen de acuerdo a las necesidades y aspiraciones de cada persona.
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Plenitud viene del latín “plenus”, que quiere decir “completo” o “lleno de”. Plenitud aplicada a las finanzas, significa entonces que los bienes no sólo alcanzan para cubrir las necesidades básicas, sino que brindan la posibilidad de alcanzar altos niveles de bienestar, satisfacción y realización.
“La felicidad no está en la mera posesión de bienes; reside en la alegría del logro, en el entusiasmo del esfuerzo creativo”
- Franklin D. Roosevelt
Así, los bienes materiales no equivalen a la plenitud, pero sí ayudan a crear las condiciones para alcanzarla. La abundancia económica se traduce en el tiempo y los recursos necesarios para practicar, hacer, aprender, compartir y ensayar todas las cosas que nos apasionan y nos hacen verdaderamente felices.
Entonces, la Plenitud Financiera es un estado de tranquilidad y abundancia sin estrés financiero, en el que tenemos la posibilidad concreta de vivir de la forma que elegimos, compartiendo con las personas importantes en nuestra vida y haciendo las cosas que nos gustan y nos hacen sentir completos.
La Plenitud Financiera no se trata solo de tener más, sino de vivir con sentido, pues la abundancia de recursos puede llegar a ser difícil y hasta catastrófica para una persona que no sea capaz de encontrar su propósito. El Dr. Stephen Goldbart del Money, Meaning & Choices Institute con sede en California, ha estudiado este problema y, entre sus resultados, explica que la posesión de recursos materiales es sólo un piso a partir del cual los seres humanos construimos ideas, creencias, hábitos y decisiones que guían nuestro camino.
Así, la Plenitud Financiera parece ser más un viaje que un destino. No hay una fórmula única para encontrar y acoplar las miles de actividades, personas, lugares y momentos que pueden hacer feliz a cada uno de nosotros. Por otro lado, sí puede haber maneras sistemáticas para construir las condiciones que le permitan a cada persona descubrir su propio camino hacia la realización y el bienestar.
Practicar la educación financiera puede ayudarte a construir un camino hacia la plenitud y aunque cada caso es diferente y puede ir por caminos diversos, consideramos que hay algunos pasos importantes que funcionan como pilares hacia la Plenitud Financiera:
Para tener panoramas completos y tomar mejores decisiones.
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Con operaciones inteligentes que te permitan una capitalización considerable.
Generar diferentes fuentes de ingresos que no dependan de tu esfuerzo personal.
Estos pilares, además de algunos consejos prácticos como hacer pagos de contado, no adquirir deudas excesivas y generar ahorros independientes, pueden ser muy útiles para construir el piso necesario para aspirar a la Plenitud Financiera.
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“La simplicidad es la máxima sofisticación”
- Leonardo Da Vinci
La Plenitud Financiera es un concepto que redefine el éxito económico buscando el arte de la máxima sofisticación, es decir, que la abundancia de recursos materiales no se traduzca en una vida de exceso ni complejidad, sino en la capacidad de vivir con claridad, propósito y conciencia, ya que alcanzar la Plenitud Financiera es un proceso único para cada persona.
Buscar la Plenitud Financiera significa adoptar un estilo de vida en equilibrio, sin estrés financiero y asumiendo la abundancia como el instrumento del autodescubrimiento y la realización personal, familiar y comunitaria. Cada uno debe andar y descubrir ese camino por su cuenta y con total determinación.
El arte más difícil, es el de vivir fácil.
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