Descubre qué es la resiliencia y cómo afrontar el fracaso con herramientas prácticas para crecer personal y profesionalmente. Aprende a superar los errores.
Introducción
La resiliencia es clave para afrontar el fracaso, entendido como un resultado adverso, un suceso desafortunado o un intento fallido, es algo a lo que todos nos enfrentaremos en la vida, en diferentes ámbitos y momentos. La educación formal y no formal tiende a significar el fallo como un suceso que duele y del que sólo podemos extraer incapacidad, inseguridad y vergüenza.
Hoy queremos reflexionar sobre el fracaso, y cómo resignificar un hecho desafortunado o un intento fallido para convertirlo en una experiencia con valor incalculable.
Según el Dr. Martin Seligman, pionero de la psicología positiva, no es el fracaso el que nos derrota en sí mismo, sino la concepción cultural aprendida que tenemos de él, y entre más negativa sea esa concepción, más desastroso se ve cometer un error o no lograr el éxito esperado.
La educación que recibimos nos condiciona a abandonar aquellas cosas en las que fracasamos porque incide en nuestra autovaloración: "si no logré hacerlo, es porque soy malo para ello. Debo dejarlo”.
Todo depende de la percepción. Si somos capaces de desaprender la idea de que el error o la equivocación son signos de incompetencia, y en cambio aprendemos a verlos como desafíos y oportunidades, gracias a la resiliencia, pueden transformarse en valiosas fuentes de aprendizaje y crecimiento personal.
"El fracaso es sólo la oportunidad de comenzar de nuevo, esta vez de manera más inteligente"
- Henry Ford
La clave para resignificar está en cómo interpretamos nuestras experiencias negativas. Un cambio de mentalidad no evitará que sucedan, pero puede significar mucho en cuanto a la manera en la que este tipo de experiencias impactan en nuestra autopercepción.
Historias de éxito como la de Michael Jordan, que fue cortado de su equipo de básquetbol colegial, o la de Thomas Alva Edison, cuyos múltiples tropiezos antes de inventar la bombilla son públicamente conocidos, nos muestran hasta qué punto la resignificación del fracaso puede ser un trampolín de aprendizaje para mejorar continuamente hasta conseguir el éxito.
La resiliencia se define como la capacidad de recuperarse rápida y eficientemente de las dificultades. Esta habilidad se puede aprender, desaprender y ejercitar con la experiencia de manera similar a un músculo: entre más se le ejercita, más fuerte se vuelve.
Desde la psicología positiva, el Dr. Seligman recomienda algunas prácticas cotidianas con las que la resiliencia puede fortalecerse y así ayudarnos a superar el fracaso.
"A menudo, las dificultades preparan a una persona extraordinaria para un destino extraordinario"
- C.S. Lewis
En la vida el fracaso es tan inevitable y necesario como respirar. Es sinónimo de aprendizaje, por eso, en lugar de temerle, evitarlo a toda costa y vivir infelices toda nuestra corta vida, debemos trascender ese miedo y resignificarlo para que, cuando aparezca, se vea más como una oportunidad de crecimiento, y menos como una derrota absoluta.
La resiliencia es una habilidad esencial para afrontar y dar nuevo significado a los cambios. Es una capacidad que puede desarrollarse y fortalecerse a lo largo de la experiencia personal, y resulta fundamental promoverla desde la educación temprana. De este modo, contribuimos a formar personas más equilibradas, felices y con menos miedos y frustraciones frente a los desafíos de la vida.
¡Cuántas cosas maravillosas nos habríamos perdido si sus autores se hubieran rendido después del primer intento!
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