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Aprende técnicas de negociación efectivas y estrategias clave para alcanzar acuerdos exitosos en lo personal y profesional.
Introducción
¿Has pensado en lo difícil que es llegar a acuerdos? Desde pedir un aumento de sueldo hasta negociar el precio de un producto o la inversión de recursos en un emprendimiento, la negociación es una habilidad que necesitamos usar a diario. ¡Acompáñanos a conocer el arte de la negociación!
"Un buen negociador es aquel que sabe cuándo ceder y cuándo mantenerse firme”
- Lee Iacocca
¿Qué es la negociación y por qué es importante?
La negociación es un proceso que depende de la comunicación, la escucha activa y la persuasión. Todos tenemos intereses y el objetivo de la negociación es alcanzar acuerdos que sean benéficos tanto para los nuestros, como para los de los demás involucrados. Se trata de obtener lo que cada uno necesita en acuerdo.
Es por esto que la negociación es crucial para enfrentar la vida cotidiana, pues desde decidir dónde comer con tu pareja, hasta cerrar grandes tratos financieros, la base siempre es el acuerdo y la negociación, es decir, el dar y recibir.
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Negociación para el día a día
Discutir no es negociar. Generalmente, las discusiones están motivadas por el enojo y la obstinación, mientras que, para negociar, es necesario tener una actitud distinta, de apertura, escucha activa y disposición a dar para recibir.
En las relaciones personales siempre hay intereses que no necesariamente son compatibles, esto es propio de la interacción humana, la buena noticia es que existen herramientas simples y efectivas para generar soluciones positivas a estos desacuerdos.
Según el profesor Gregorio Billikopf, de la Universidad de California, la condición necesaria para enmendar y evitar conflictos con la negociación, es el diálogo efectivo. No hay negociación posible sin él y se caracteriza por un intercambio empático, constructivo y sincero en el que rige el espíritu de investigación, conciliación y acuerdo.
3 Estrategias de negociación efectivas
Una buena estrategia de negociación implica conocer tanto tus intereses como los de la otra parte. Este es el primer paso para generar consensos, lo que a su vez contribuye a construir vínculos personales más sólidos y confiables. Esto puede lograrse, en términos generales, de tres maneras:
1. Negociar sin discutir
La negociación busca satisfacer a todas las partes involucradas.
2. Negociar con empatía
No sólo ayuda a tener mejores resultados en la resolución de conflictos, sino que encauza conflictos difíciles hacia la senda del acuerdo y el consenso, mejorando la comunicación con las personas que nos importan.
3. Resolver conflictos de forma constructiva
Una actitud negociadora y conciliadora calma automáticamente los ánimos en situaciones de desacuerdo. Si logras sostenerla, te posicionas como alguien tranquilo, razonable y empático ante las personas que te importan.
"Todo en la vida es una negociación. Todo lo que quieres es resultado de una negociación”
- Harvey Mackay
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La negociación en el mundo laboral y financiero
Incluso en los contextos más serios y de grandes tratos, la palabra, el consenso y el acuerdo son indispensables y muy valorados. Entre las mejoras generales que la negociación trae en el mundo de los negocios están:
- Cerrar tratos: Los grandes tratos se sellan con un apretón de manos, símbolo de que ambas partes han obtenido lo que deseaban. ¿Cómo cerrarías tratos si no das y sólo esperas obtener?
- Construir relaciones comerciales sólidas y a largo plazo: ¿Quieres un socio que respete su palabra y tenga una actitud negociadora? ¡Empieza por ser ese socio!
- Optimizar tus resultados: La negociación tiende puentes y hace los vínculos más fuertes y duraderos.
- Resolver conflictos laborales: En todo contexto laboral hay problemas y casi todos se pueden prevenir o resolver con la actitud de negociación correcta.
¿Cómo negociar mejor en el trabajo y en la vida personal?
¿No sabes cómo negociar? Comienza por establecer tus límites y prioridades. Es importante comprender que la negociación es una actitud que se aprende y perfecciona con el tiempo, por lo que todos somos grandes negociadores en potencia. Algunas de las prácticas cotidianas que te pueden ayudar a mejorar tus habilidades de negociación son:
- Define tus objetivos claramente y piensa en las cosas que estás dispuesto a ceder y en las que no.Intenta la escucha activa.
- Atiende, sé empático y asume que los otros involucrados en la negociación también deben sentir que ganaron algo para que el acuerdo sea exitoso.
- Enfócate en cómo conciliar intereses y no en demostrar que tu punto de vista es el correcto. ¡No es un debate, es una negociación!
- Limita los impulsos como el enojo y la terquedad, que te puedan desviar del objetivo principal.
Conclusión
La negociación efectiva no es una habilidad exclusiva del mundo empresarial, sino una necesidad diaria en nuestras relaciones personales. Tal vez lo único que tienen en común los grandes tratos de millones de dólares y la decisión sobre qué quieres comer con tu pareja un domingo por la tarde, es que se resuelven con el mismo principio básico: negociar, dar y recibir.
Al desarrollar la habilidad de la negociación, estamos más preparados y con mejores herramientas para enfrentar un mundo en el que la interacción, el acuerdo y el consenso son necesarios para generar vínculos sólidos de confianza y ayuda mutua.
Smarter, ¿eres un buen negociador?
The Smart Storyteller
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